Recién volvimos de la Clínica dónde Mauricio le puso Botox en las dos piernas.
Yo tenía mucho miedo, pero la verdad es que Francisco ni lo sintió. Después de la intervención estuvimos una hora y media (como control) y después nos vinimos para casa.
Ni bien llegó, el Rey empezó a reír, y después de comer se quedó dormido.
Espero que éste tratamiento le haga bien.