Hay días que creo haber llegado a un límite, pero siempre se presentan nuevos desafíos, y el límite se corre un poco más allá, dónde creo que ahora sí, no voy a llegar.
Hasta cuándo? Cuándo voy a sentir que Francisco es feliz, que disfruta de la vida? Que no tiene nuevos estudios, nuevas visitas a los médicos, nuevos hospitales, nuevas consultas a distintos especialistas.
Daría todo, hasta lo que no tengo, para revertir lo que está pasando, pero, lamentablemente, no depende de mí, ni de lo que yo quiera, sino todo sería muy diferente.